La obra escrita y dirigida por Hugo Ramos y protagonizada por Raquel Albéniz aborda de manera poética un momento particular de la historia de la Conquista de América.
Primer presagio funesto: Diez años antes de venir los españoles primeramente se mostró un funesto presagio en el cielo. Una como espiga de fuego, una como llama de fuego (…) Se mostraba como si estuviese goteando, como si estuviera punzando en el cielo.
La Visión de los Vencidos –AA.VV.-
Lo que goteará diez o doce años después del último presagio de la llegada de los españoles será la sangre Azteca. Cada uno de los ocho presagios que llenaron de zozobra al pueblo de Motecuhzoma o Moctezuma que al arribo de Cortés lo confundió con Quetzalcóatl y le envío ofrendas sin saber que el hombre que había llegado significaría el fin de su Imperio y regaría de sangre azteca los canales de la bella Tenochtitlán.
Juicio de Residencia es una síntesis poética del juicio que se hacía a los conquistadores narrado de modo profundo, corporal, por Raquel Albéniz en otra espléndida entrega de ésta.
Así, desde los presagios que auguraban que la llegada del español sólo acarrearía desgracias hasta el juicio al conquistador, la obra se despliega narrada en la voz femenina que repone la presencia insoslayable de “la Malinche” o Marina o Malintzin o el peor de los nombres: Malinalli, que significa el peor augurio.
Sola, sentada y arropada con telas nobles con los colores de la tierra, a un costado de un cuadrado que contiene cortezas, como hojas muertas, como árboles yermos, Raquel Albéniz se hace cargo del relato. Es un relato primigenio de cuando la catástrofe era sólo un anuncio y se va poblando de los personajes que fueron protagonistas de la caída de uno de los imperios más bellos del mundo.
La belleza de la feria de Tenochtitlán con su bagaje de turquesas, aves de plumajes de ensueño, especias perfumadas, va dejando lugar a los canales repletos de cadáveres que los taparon hasta el tope. Sobre esos canales se construyó el actual DF, sobre la mutilación de una cultura y el horror de la traición de Hernán Cortés. Pero como la lengua es la de ella, la más inteligente y bella de las esclavas que sin mediaciones pasó de las manos de Portocarrero a las de Cortés, quien la convirtió en su amante y la usó por los siglos de los siglos como “La Lengua”.
Porque aunque hoy se acallen un poco los violentos juicios de género, desde entonces y para siempre ella fue la traidora, hablaba Náhuatl y Maya, podía traducir, podía ser carne ardiente, podía darle un hijo al enemigo, podía hundir al Imperio Moctezuma. ¿Tenía otra alternativa? No, no la tenía y aunque por ella el mayor insulto en aquellas tierras sea “chingada/violada”, lo cierto es que Marina, Malinche, Malintzin llegó a ser tan importante entre los colonizados que muchos llamaron al conquistador Hernán de Malinche y que él jamás se hizo cargo de su hijo ni de nada porque según rezan las crónicas era eso, un conquistador licencioso que aprovechó todas y cada una de sus oportunidades en el mundo nuevo para él, arcaico y sagrado para mexicas y aztecas y lo bañó con sangre.
Estas y otras cosas re-presenta el juicio de residencia en el que Albeniz sola, se revuelca en el desecho de lo que fue, absorbe y expande la violencia en el cuerpo de Malinche y en el de todo un pueblo, habla porque es la lengua, la que posibilitó el avance y le da voz a Cortés que sin ella sería mudo.
Poética, sintética y profunda, Juicio de Residencia es un unipersonal en el que Albéniz se luce de la mano de Hugo Ramos y el teatro está de fiesta.
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Entrevista al Director Hugo A. Ramos
Por Alfred Hopkins (Publicado en su blog)
1) ¿Cómo surgió la idea?
2) ¿Si bien hay algo teatral en el personaje, habrá sido un gran desafío encontrar el guión.
3) ¿La línea entre lo histórico y lo teatral supone dos lenguajes diferentes?
4) Poner el juicio a residencia en el cuerpo de una actriz seguramente ha sido un desafío...
5) ¿Para usted cual es el significado del juicio, tanto en lo histórico-político como en su sentido teatral?
6) Otras observaciones sobre la puesta en escena del espectáculo
7) ¿Cuales han sido las reacciones del público y hay planes para llevar el espectáculo a otro espacio?
1) Indagando sobre las distintas versiones de la muerte de Malinche. Muerta por causa de la peste o asesinada por Cortés para que no salga de testigo en su contra en el Juicio de Residencia me aboqué a la tarea de profundizar mis conocimientos sobre la conquista de Tenochtitlán y el rol de Cortés en su relación con Malinche. Sin duda hay muchísima información recabada desde la misma época de la conquista. Muy controversial también. Pero cuando decidí escribir el texto lo que predominó no fue la búsqueda de fidelidad informativa sino recuperar e interpretar los grandes rasgos de ese momento histórico y el contexto donde transcurriría la acción: Hernán Cortés ante su conciencia: Yo soy la peste…
2) Aquí habría que hacer una aclaración. El todo como un espectáculo teatral. Desde el punto de vista del lenguaje dramático, la palabra es acción. Hay dos breves relatos de Eduardo Galeano pertenecientes a Memorias del Fuego que en la voz de la actriz introducen el clima, los datos, plenos de metáforas e imágenes de la calidad de los materiales de Galeano. Debo aclarar que la recopilación de los mismos y su incorporación al espectáculo fueron posteriores a los ensayos iniciados de mi propio texto. Es decir, Juicio de Residencia es un texto independiente de los relatos. Sin hacer juicio de valor por ser dos lenguajes distintos, Juicio de Residencia es un monólogo de Cortés donde el paradigma del relato sólo está presente en cuanto a la información que la palabra genera en los conflictos existenciales del personaje: aquí y ahora.
3) Como expresaba más arriba la información teatralmente hablando ya sea de carácter histórico contextual o la información que los diálogos teatrales brindan deben estar sujetos a la acción dramática. Se expresan en el desarrollo de las situaciones y los conflictos. En este caso me refiero al texto de Juicio de Residencia. Como se ve en los magníficos textos de Galeano sus referencias históricas evaden un análisis histórico a modo de tesis o ensayo. Pero con una clara toma de posición respecto a la conquista como se manifiesta en toda su obra. Pletóricos de metáforas, le dan una fuerza inigualable a los datos que un sociólogo o erudito encararía de otra manera. Justamente fue por eso que los incorporamos como una introducción al Juicio… En un principio pensamos en una danza o imágenes. Luego para darle una unidad al espectáculo elegimos la palabra.
4) Realmente es así. Cuando le ofrecí el texto a Raquel para hacerlo, como una posibilidad futura, me planteó literalmente que estaba loco ¿Una mujer haciendo de Cortés? Ella acababa de leerlo en voz alta y le había encantado. Traté de argumentar sobre la presencia de Malinche y esa ambigüedad que presenta el texto. ¿Cuántas actrices han personificado personajes masculinos, además? En los clásicos y en los modernos. Cuando al tiempo Raquel me propuso que yo la dirigiera todo empezó a cambiar. No me quiero explayar pero con más interrogantes que respuestas durantes los ensayos aparece una figura hermafrodita que contiene a Cortés y Malinche totalmente anclados en el otro gran actante, Tenochtitlán. Raquel es una magnífica actriz. Y esa empatía entre los dos personajes es una verdadera simbiosis desde todo punto de vista. Los aztecas llamaban “lengua de Malinche” a Cortés y “Cortés” a Malinche. Desde el punto de vista cultural y político son dos íconos de la conquista y la destrucción de Tenochtitlán. Roles asumidos en toda su magnitud por ambos protagonistas.
5) Desde el punto de vista histórico los juicios de residencia siempre expresaron las relaciones de fuerza entre los distintos protagonistas de la gobernabilidad de las colonias. Basta aclarar que el juicio de residencia estaba en manos del sucesor del imputado. Cortés fue acusado de muchas cosas terribles pero le otorgaron un gran poder territorial en esclavos y hombres luego del juicio. Capitán General y Marqués del Valle de Oaxaca. Cortés eligió ser Malinche. Eligió el nuevo mundo que lo recreó con todas las fuerzas que todavía siguen presentes. Pero para mí el Juicio de residencia fue el disparador teatral en mi convicción de denunciar las atrocidades de la conquista. Como decía anteriormente no es un ensayo. Es una obra de teatro que trata de expresar con un lenguaje poético las imágenes que uno supone que en ciertas situaciones, entes poéticos como son todos los personajes teatrales, puedan transformar conceptos y emociones en hechos no reales pero verosímiles.
6) Respecto de la puesta debo decir que ha sido un trabajo en común con Raquel a la cual admiro como profesional y como actriz de gran talento. Y el gran concurso de la escenógrafa Magali Acha que supo sintetizar sin alegorías el espíritu de la obra. Destaco también el vestuario realizado por Manuela Vilas
7) Hasta ahora el público presencial ha salido muy satisfecho del espectáculo. Esto se refleja en las críticas escritas y radiales que se han difundido en distintos medios. Nos alienta a seguir presentando la obra. En el mes de agosto seguiremos en el Espión con un cambio de horario. Los viernes a las 20.30hs. Por otra parte hemos recibido algunas propuestas para llevarla a otras salas. Veremos…